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Si clamares a la ...
Si clamares a la inteligencia, Y a la prudencia dieres tu voz; Si como a la plata la buscares, Y la escudriñares como a tesoros, Entonces entenderás el temor de Jehová, Y hallarás el conocimiento de Dios. Proverbios 2:3-4-5
Proverbios y dichos relacionados
No menosprecies, hijo mÃo, el castigo de Jehová, Ni te fatigues de su corrección; Porque Jehová al que ama castiga, Como el padre al hijo a quien quiere. Proverbios 3:11-12
Cuando te acuestes, no tendrás temor, Sino que te acostarás, y tu sueño será grato. No tendrás temor de pavor repentino, Ni de la ruina de los impÃos cuando viniere, Porque Jehová será tu confianza, Y él preservará tu pie de quedar preso. Proverbios 3:24-25-26
FÃate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas. Proverbios 3:5-6
El principio de la sabidurÃa es el temor de Jehová; Los insensatos desprecian la sabidurÃa y la enseñanza.Proverbios 1:7
Bienaventurado el hombre que halla la sabidurÃa, Y que obtiene la inteligencia; Porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata, Y sus frutos más que el oro fino. Más preciosa es que las piedras preciosas; Y todo lo que puedes desear, no se puede comparar a ella. Proverbios 3:13-15
Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad; Atalas a tu cuello, EscrÃbelas en la tabla de tu corazón; Y hallarás gracia y buena opinión ante los ojos de Dios y de los hombres. Proverbios 3:3-4
Honra a Jehová con tus bienes, Y con las primicias de todos tus frutos; Y serán llenos tus graneros con abundancia, Y tus lagares rebosarán de mosto. Proverbios 3:9-10
No seas sabio en tu propia opinión; Teme a Jehová, y apártate del mal; Porque será medicina a tu cuerpo, Y refrigerio para tus huesos. Proverbios 3:7-8
El café es: Negro como la noche. Fuerte como el pecado. Dulce como el amor. Caliente como el infierno.
La inteligencia es como los calzones, hay que tenerla pero no hay que mostrarla.
Ora como si todo dependiera de Dios; pero trabaja como si todo dependiera del hombre.
Una casa sin amor es como una chimenea sin fuego, una casa sin la voz de un niño es como un jardÃn sin flores, la boca de la mujer amada sin la sonrisa es como una lámpara sin luz