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31 proverbios vikingos
Ni la pobreza obliga a nadie a robar, ni la riqueza lo evita.
Un hombre de respeto debe ser reservado, reflexivo y valiente en la batalla; todos (los hombres) deben mantener el buen humor hasta que el fin les llegue.
Sé amigo de tus amigos. Responde a un regalo con otro regalo, a una sonrisa con otra sonrisa y a una mentira como si no la hubieras escuchado.
La boca rige la tierra, pero el mar lo rige la mano.
No hay mejor equipaje para llevar encima que la cordura y la mente clara. En tierras lejanas es más útil que el oro y saca al pobre de los apuros.
Antes de entrar en un lugar, fÃjate por dónde se puede salir.
Si comes cerezas con los poderosos te arriesgas a que los huesos lluevan contra tu nariz.
El hombre honra al amigo con afecto, responde a regalo con regalo. A risa responde con risa y al truco con trampa.
Vive con ilusión mientras estés vivo, el ágil siempre sale adelante. Vi las llamas de una mansión, pero en la puerta yacÃa un muerto.
La población se sentÃa atemorizada por los vikingos debido a su ferocidad y crueldad.
Si consigues encontrar a un amigo leal y quieres que te sea útil, ábrele tu corazón, mándale regalos y viaja a menudo a verle.
Quien siempre habla y nunca calla dice muchas insensateces. La lengua ligera ocasiona problemas y a menudo menosprecia al hombre.
Un hombre sin amigos es como un abedul desnudo, sin hojas ni corteza, solitario en una colina pelada.
Un invitado debe marchar a tiempo y no abusar de su bienvenida; incluso un amigo se vuelve molesto si se queda demasiado tiempo.
No alabes el dÃa hasta que haya llegado la tarde; no alabes a una mujer hasta su pira; no alabes una espada hasta haberla probado; no alabes a una doncella hasta que se haya casado; no alabes el hielo hasta haberlo cruzado; no alabes la cerveza hasta haberla bebido.
¡Quien sabe cuántos enemigos tienes en torno a la mesa!.
Cerca del rey, cerca del cadalso.
La mejor carga que puede llevar un hombre es demasiado sentido común; la peor, demasiada bebida.
Lo mejor de la vida es la vida misma. Asegúrate de que disfrutas cada momento y dejas un buen nombre tras de ti. No hay nada mejor que estar vivo y contento.
Un cobarde piensa que vivirá para siempre si evita a sus enemigos; pero ningún hombre escapa a la vejez, incluso si sobrevive a las lanzas.
Fuera de tu hogar no te alejes ni una pulgada de tus armas.
Un hombre cojo aún puede montar a caballo, un hombre sin manos aún puede pastorear ovejas y un hombre sordo aún puede matar; mejor es estar ciego que arder en la pira funeraria. Son los muertos quienes no pueden hacer nada.
Mejor pájaro libre que rey cautivo.
La desgracia también visita a los ricos, pero a los pobres lo hace dos veces.
Para las salchicas demasiado largas, el remedio es sencillo.
Todas las cosas tienen un fin, excepto las salchichas, que tienen dos.
Las migas son también pan.
La ambición y la venganza siempre están hambrientas.
La casa del que se burla, acaba incendiándose.
Ante un acuerdo, cuÃdate de que una de las partes no quede con la espada y la otra con la vaina.
Dos pueden mentir hasta que un tercero cuelgue.