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46 proverbios de rios
A caballo brioso toca: o frenarlo o se desboca.
De soltera, fina y curiosa, de casada, gorda y asquerosa.
Donde no hay boticarios ni médicos, los hombres se mueren de viejos.
Echa cuentas y te saldrán rosarios.
El no vigilar a los operarios es como dejarles nuestra bolsa abierta.
El victorioso tiene muchos amigos; el vencido, buenos amigos.
Hace más la raposa que la curiosa.
La curiosidad anda en busca de novedad.
La curiosidad mató al gato.
La persona que es curiosa tiene un refrán para cada cosa.
La risa va por barrios.
Los cementerios están llenos de valientes.
Los ojos lo curiosean, y el corazón lo desea.
Los rÃos hondos corren en silencio, lo arroyos son ruidosos.
No lleva ya vida honesta, la que con varios se acuesta.
No somos rÃos, para no volver atrás.
Orejas curiosas, noticias dolorosas.
Partidarios: gente amiga de llenar bolsa y barriga.
Pies frÃos, corazón caliente.
Riachuelos pequeños forman grandes rios.
Sacar lo que el negro en el sermón: los pies frÃos y la cabeza caliente.
Si orejas curiosas no hubiera, malas lenguas no existieran.
También los secretarios echan borrones.
Toma después de la sopa un buen trago, y rÃete de médicos y boticarios.
Son necesarios los amigos hasta en casa del diablo
Los pies van donde va el corazón
Quien se enamora sin dinero y se sulfura sin poder es un infeliz
El hombre de carácter atraviesa mil rÃos sin mojarse los zapatos
El amor es un rocÃo que humedece al mismo tiempo las ortigas y los lirios
En abril, va la vieja a veril.
La mujer y la gaviota, cuanto más viejas más locas.
Vale más una vieja que un pejeverde.
Mejor es un hombre cuya charla permanece en su vientre, que el que la prefiere de manera injuriosa.
Dos fuentes, dos rÃos.
Que curioso es el hombre, nacer no pide,vivir no sabe, morir no quiere.
Es posible soportar el arroz y el té frios, pero la mirada y las palabras frÃas son insoportables.
Todos los rÃos van al mar, pero el mar no se desborda.
Los que de veras buscan a Dios, dentro de los santuarios se ahogan.
El heroÃsmo está en la paciencia de un momento.
Tres sacos son necesarios para tratar con un abogado: un saco de papeles, un saco de paciencia y un saco de dinero.
Es fácil cambiar el curso de los rÃos y las montañas, pero difÃcil cambiar la naturaleza de un hombre.
Si uno pierde los labios, tendrá los dientes frÃos.
Mantener en vista el conjunto y tomar los trabajos diarios en las manos.
Los rÃos profundos fluyen lentamente.
Cuando debes elegir entre varios caminos, elige siempre el camino del corazón. Quien elige el camino del corazón, no se equivoca nunca.
El enfermo quiere su vida, el médico quiere sus honorarios.