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529 proverbios de dios
Guárdete Dios del diablo, de hijo y ojo de puta, y de tumbo de dado.
Guardólo Dios de piedra y niebla, más no de puta vieja.
Habiendo dÃas enteros, no hay porqué coger medios.
Hacer el bien, parecerse a Dios es.
Hágase el milagro y hágalo Dios o el diablo.
Hágase la diligencia y obra Dios como quiera.
El tonto ni de Dios goza.
De las aguas mansas, lÃbrame Dios mÃo.
Hasta la gracia de Dios hace daño.
Haya paz duradera y sea lo que Dios quiera.
Haz bien y échalo al mar; si los peces lo ignoran, Dios lo sabrá.
Hijo de mi hija, mi nieto será; hijo de mi hijo, Dios lo sabrá.
Hombre bondadoso, nunca envidioso.
Hombre estudioso, vale por cien perezosos.
Hurtar para dar a Dios, solo el deminio lo aconsejó.
Imite y supere el envidioso al envidiado; más que él será elogiado.
Indios y burros, todos son unos.
Ir despacio es de Dios; ir rápido es del diablo.
Jamás cerró una puerta Dios, sin que abriese dos.
Justicia, dios la conserve; pero de ella nos preserve.
Justicia humana claudica, pero mi Dios sà la aplica.
La alegrÃa, Dios la da y el diablo la quita.
La alegrÃa es don de Dios y bondad del corazón.
La batata la hizo Dios, el boniato, no.
Labrador, trabaja y suda que Dios te ayuda.
La ley de Dios no come trampa.
La mujer y la mula cada dÃa te hacen una y suerte te dará Dios si no te hacen dos.
La necesidad conduce a Dios.
La necesidad no dice adiós, sino hasta luego.
Las letras del estudioso; las riquezas, del solÃcito; el mandar del presuntuoso; y el cielo del devoto.
LÃbrame Dios del agua brava, que de la mansa me cuido yo.
LÃbrame Dios del mal duro, que del leve yo me curo.
LÃbreme Dios de hora menguada y de gente que no tiene nada qué perder.
LÃbreme Dios de moza adivina y de mujer latina.
Lo mejor que hizo Dios fue un dÃa detrás del otro.
Lo que Dios da, bendito está, cuando no es "calamidad".
Lo que Dios no da, Salamanca no presta.
Lo que hace Dios es lo mejor.
Lo que saben dos, lo saben ellos y Dios; lo que saben tres, ciento lo sabrán después.
Los hijos de mis hijas, mis nietos son. Los de mis hijos, sábelo Dios.
Los molinos de los Dioses muelen despacito, pero muy finito.
Más puede Dios que el diablo.
Más puede Dios solo que los diablos todos.
Más vale a quien Dios ayuda, que quien mucho madruga.
Más vale un pan con Dios que dos con el diablo.
Más vale un "por si acaso" que un "¡válgame Dios!".
Mata, que Dios perdona.
Médicos y abogados, Dios nos libre del más afamado.
Menos pregunta Dios y más perdona.
Mientras Dios diere mujeres conviene que haya paciencia.
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